El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, anunció ayer que desde esa entidad prevén otorgar un bono de fin de año de $ 2.000, con lo que “completarían un 38% anual para el convenio mercantil”.
“Estamos conversando sobre la segunda parte del convenio mercantil, en la reunión de CAME ya dimos el 20%, la primera parte que vence ahora en octubre; (en) la segunda parte ofrecemos el 15% y dentro de la mesa del diálogo un bono de $ 2.000, lo cual completaría un 38% en todo el período del año”, afirmó Cornide a la prensa, luego de la presentación del crédito para la formación profesional que el Ministerio de Trabajo otorgará al sector PyME.
Cornide se refirió también a la desocupación y afirmó que, si bien “es muy complejo bajar” los índices, “la única manera es alentar la inversión para que la gente amplíe la dotación de sus fábricas, de sus comercios, sobre todo por que son los que dan más trabajo”.
Preocupación
Las declaraciones de Cornide generaron gran repercusión en el sector empresario argentino. La Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), que reúne a varios sectores PyME, expresó su preocupación ante las informaciones periodísticas que hablan sobre la posibilidad de que se reabran las paritarias o que se implemente adicional un bono de fin de año. “Las empresas no tenemos ninguna injerencia en la discusión que se debe dar entre las entidades que representan a los trabajadores y el Estado. Sin embargo y ante los rumores, queremos alertar sobre la delicada situación que atraviesan las PyME argentinas”, advirtió Marcelo Fernández, presidente de Cgera.
En igual tono se manifestaron los empresarios tucumanos. Pedro Omodeo, presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), afirmó que la propuesta del bono de fin de año para los trabajadores es una medida apresurada y que se debe considerar la situación de cada región del país y de cada sector. “Muchas veces, la herramienta que se usa atenta contra el objetivo deseado, genera un efecto contrario”, dijo el empresario ante la consulta de LA GACETA. Omodeo, además, afirmó que todo incremento salarial se traslada a los precios. Por eso, advirtió que “hay que tener cuidado cuando se hace este de anuncio”, ya que puede desembocar en una expectativa inflacionaria. “Las grandes empresas formadoras de precios trasladarán el costo del bono a los precios. En cambio, las PyME no pueden hacerlo, entonces se acentúa la desigualdad que hay entre ambos sectores”, afirmó.
Por su parte, el titular de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez Loria, aclaró que entre los productores de limones no se ha debatido aún las posibilidades de afrontar un costo extra a fin de año, como sería un bono para los trabajadores del sector.
“Todos estos temas hay que manejarlos con cuidado. Todo impacta en los costos. Hay un aguinaldo a fin de año, por lo tanto creer que el sector privado puede responder a cualquier exigencia es muy peligroso y una equivocación”, dijo.
Entre tanto, el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), seccional Tucumán, César González, dijo que un argumento de las empresas de colectivos es que siempre están en crisis.